En este capítulo, vemos el doctor Juvenal Urbino en su juventud. En algunas maneras, es muy similar al Juvenal Urbino que encontramos en el primer capítulo. Es científico y metódico aun en sus maneras de cortejar a Fermina. La primera vez que la conoce, él no la considera una mujer sino un paciente. Más tarde, cuando está esperando una respuesta a su carta de proposición, nunca pierda la cabeza para el amor, como Florentino Ariza. Se casa con Fermina no por el amor ni la pasión; es una cosa política. Aun cuando están en su luna de miel, es obvio que no hay nada especial entre los dos. En la página 215, dice, “Él era consciente de que no la amaba. Se había casado porque le gustaba su altiez, su seriedad, su fuerza, y también por una pizca de vanidad suya, pero mientras ella lo besaba por primera vez estaba seguro de que no habría ningún obstáculo para inventar un buen amor.” Para él, el amor es una cosa de la cabeza.
En contraste, vemos el sufrimiento de Florentino Ariza, un hombre ahogándose en la pasión. No puede pensar en nada además de Fermina Daza: “Siempre era así: cualquier acontecimiento, bueno o malo, tenía alguna relación con ella.” (193) Cuando lee libros de amor, todos los amantes son él y ella. “Todo olía de ella,” (201) especialmente las camelias blancas. En este capítulo, él encuentra la sola cosa que puede reducir un poquito la fuerza de su pasión: el sexo. Por un rato se convence de que su aflicción está curada, pero todo vuelve a ser real cuando ve a Fermina Daza un domingo saliendo de la misa mayor con su esposo. Esta parte es importante porque muestra que el sexo y el amor son dos cosas distintas.
No estoy seguro por qué Fermina decidío decir “sí” a la proposición del matrimonio al doctor. Un momento estaba en el coche furiosa con el doctor y Hildebranda y muriéndos por el bochorno de su juego, y el momento siguiente está escribiendo su respuesta positiva. Tal vez, ella es un poquito egoísta y le complace que el doctor—a quien tantas mujeres están encaprichadas—está pagándola tanta atención. ¿Qué piensan?
Sra. Gosalvez, es Barranquilla la ciudad en que el libro toma lugar?
ReplyDeleteo es Cartagena?
ReplyDeleteEst Cartagena de Indias! Voy a poner articulos en la seccion de articulos....
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ReplyDeleteFeliz 2013!!!!
ReplyDeleteFue bien el Cap. 3? Muy intenso, no? Resumen en pocas palabras, preguntas, dudas, algo interesante??
En este capítulo, vemos el doctor Juvenal Urbino en su juventud. En algunas maneras, es muy similar al Juvenal Urbino que encontramos en el primer capítulo. Es científico y metódico aun en sus maneras de cortejar a Fermina. La primera vez que la conoce, él no la considera una mujer sino un paciente. Más tarde, cuando está esperando una respuesta a su carta de proposición, nunca pierda la cabeza para el amor, como Florentino Ariza. Se casa con Fermina no por el amor ni la pasión; es una cosa política. Aun cuando están en su luna de miel, es obvio que no hay nada especial entre los dos. En la página 215, dice, “Él era consciente de que no la amaba. Se había casado porque le gustaba su altiez, su seriedad, su fuerza, y también por una pizca de vanidad suya, pero mientras ella lo besaba por primera vez estaba seguro de que no habría ningún obstáculo para inventar un buen amor.” Para él, el amor es una cosa de la cabeza.
ReplyDeleteEn contraste, vemos el sufrimiento de Florentino Ariza, un hombre ahogándose en la pasión. No puede pensar en nada además de Fermina Daza: “Siempre era así: cualquier acontecimiento, bueno o malo, tenía alguna relación con ella.” (193) Cuando lee libros de amor, todos los amantes son él y ella. “Todo olía de ella,” (201) especialmente las camelias blancas. En este capítulo, él encuentra la sola cosa que puede reducir un poquito la fuerza de su pasión: el sexo. Por un rato se convence de que su aflicción está curada, pero todo vuelve a ser real cuando ve a Fermina Daza un domingo saliendo de la misa mayor con su esposo. Esta parte es importante porque muestra que el sexo y el amor son dos cosas distintas.
No estoy seguro por qué Fermina decidío decir “sí” a la proposición del matrimonio al doctor. Un momento estaba en el coche furiosa con el doctor y Hildebranda y muriéndos por el bochorno de su juego, y el momento siguiente está escribiendo su respuesta positiva. Tal vez, ella es un poquito egoísta y le complace que el doctor—a quien tantas mujeres están encaprichadas—está pagándola tanta atención. ¿Qué piensan?
ReplyDeleteEsta pregunta es muy buena y no hay que olvidarla...
ReplyDeleteParece que lo hace por miedo a perder la oportunidad, por influencia de la prima,.... busquemos motivos nuevos....